Hablar de menstruación sigue siendo un gran tabú. En una sociedad que explora el cuerpo desnudo de la mujer, que ve cadáveres en pleno horario de comida, que se hipnotiza con escenas de sexo en los realities shows … hablar de menstruación es impropio, asqueroso y vulgar. ¿Cómo puede ser?

Aprendimos desde temprano que ese es un asunto ultra secreto. No debemos contar a nadie cuando menstruamos por primera vez, principalmente a los hombres. Todos los meses aprendemos a desdoblarnos para que no se enteren que estamos menstruadas: andamos preocupadas con que no hayan fugas inesperadas, con los vestigios de sangre que puedan quedarse en el wc, con las bragas manchadas en el reborde … Y es un asunto de misión secreta comprar, esconder…compresas u otro producto para la función, incluso hay que susurrar si se la pedimos a una amiga … todo un esquema social para que nuestra menstruación no se descubra – como si nadie supiera que existe.

Cuando decidí pasarme a la copa menstrual oí varios comentarios ásperos de amigas, todo ello con cara de asco. Pero, ¿tenemos asco de qué? ¿De nuestra propia sangre? ¿Será que cuando nos cortamos o nos herimos sentimos ese mismo asco? ¿O es que la sangre menstrual es más asquerosa por el simple hecho de salir por la vagina? No hay fundamento racional detrás de ese tipo de reacción.

Por no hablar de que la menstruación todavía se utiliza como justificación para la desigualdad de género. La razón se refiere a preconcepciones equivocadas, como la de que la menstruación perjudica la productividad o el discernimiento de la mujer. En términos científicos, esta idea es errónea. Sin embargo, fue uno de los argumentos usados ​​contra Hillary Clinton en la carrera presidencial de Estados Unidos en 2016. ¿No te parece fuerte?

Por aquí estamos celebrando este día por todo lo alto y pronto os contaré más cositas interesantes sobre la menstruación que es sólo nuestra y que nos da tanta vida!!

Pero calmemos la ira. Con sabiduría todo se gana así que te cuento algunas curiosidades que te harán familiarizarte mejor con ella.

normalicemos la regla

Durante la vida, una mujer tiene en media 450 reglas

El flujo menstrual de la mayoría de las mujeres no pasa de 80ml durante todo el ciclo.

Mucha gente cree que tiene flujo intenso, pero eso sucede porque usando absorbentes, la sangre se esparce en el algodón y parece bastante más de lo que realmente es. Usando la copa menstrual puedes ver la cantidad de sangre que realmente eliminas.

Flujo menstrual es sangre y algo más

La secreción vaginal, el moco cervical y los tejidos del endometrio también forman parte del flujo. ¡Y eso es absolutamente normal! Si te fijas en el flujo es una mezcla de fluido con algunos coágulos.

El flujo menstrual no tiene olor

La sangre sólo produce ese olor desagradable cuando entra en contacto con el aire (con el oxigeno).

Tu útero es del tamaño de una pera

Hasta puedes sentirte un poco hinchada, pero el útero es pequeño y queda protegido por los huesos de la pelvis. Durante el embarazo, el útero puede expandirse hasta el 500%!

La menstruación te informa de tu salud.

Tener la regla o menstruar es un signo de que estás sana y de que tu cuerpo está funcionando perfectamente.

La regla NO debe doler

El dolor menstrual aunque es habitual, no es normal. Descartando causas como la endometriosis, durante la menstruación no deberías sentir dolor. Existen más herramientas para controlar el dolor menstrual que los medicamentos. La fisioterapia y la alimentación te pueden ayudan a aliviar y solucionar el dolor menstrual.

No sólo aumentan las ganas de comer chocolate…

Durante la menstruación, además de vaciar el armario de los dulces como una loca, la libido también puede aumentar debido a los cambios en los niveles de progesterona que caen bastante durante la menstruación. Así que, no te extrañes si estas que te subes por las paredes por tener placer sexual. Es natural y te recuerdo que no hay ningún problema en tener relaciones sexuales durante la regla.

Hablando de eso, el orgasmo puede mejorar el cólico menstrual

Durante el orgasmo, se liberan varias hormonas y algunas de ellas tienen efecto analgésico (opioides).

Encarar la menstruación como es, sin romanticismos, pero también sin demonizar o avergonzarse, es un gran paso para “hacer las paces” con nuestro cuerpo, aprender a lidiar con él y conseguir así tener más calidad de vida. Y no podemos olvidar que menstruar es normal, no hay nada de sucio, vergonzoso o mal en ello!