¿Estás enfadada contigo misma porque tu parto acabó en cesárea? ¿Por causa de acabar poniéndote la epidural?

Soy la primera que intento convencer a las mujeres para que tengan un parto natural, lo más humanizado posible, libres, empoderadas, sin intervenciones abusivas, que puedan decidir en cada momento cómo quieren vivir el nacimiento de sus hijos. Pero, ¿y si al final decidí ponerme la epidural? ¿y si acabó en cesárea? Son muchas las mamás que llegan a la consulta luchando contra la ansiedad post parto, depresión o sentimientos de trauma o fracaso con respecto al nacimiento. Hay mucho que discutir en relación a este tema! Así que vamos a hablar del nacimiento por un minuto.

Siento que el término “nacimiento natural” insinúa (aunque no intencionalmente) que una mujer que da a luz por cesárea, tumbada o con la epidural ha fracasado de alguna manera. Parece que su hijo nació de forma “antinatural”. Algunos nacimientos requieren intervenciones médicas. Estas intervenciones pueden y salvan vidas. Así que un aplauso a la medicina!

¿Quién se identifica? Uno, programamos el momento en que queremos quedarnos embarazadas, dos, nos leemos todos los libros que existen sobre cómo ser las mejores madres, tres, preparamos nuestro cuerpo, masajeamos nuestro periné para que no se dañe ni nos lo corten, cuatro,  hacemos los cursos de preparación al nacimiento, podría seguir… Y por fin llega el día del parto y todo sale al revés de como lo habíamos soñado! Y aquí esta el problema, podemos idealizar nuestro parto pero debemos saber también cuales son las posibles situaciones para estar prevenidas y seguras de que todo irá bien.

¿Hay nacimientos que tienen demasiadas intervenciones médicas innecesarias? Por desgracia sí.

¿Hay formas de prepararse para un parto vaginal no medicado si ese es tu deseo? Sí.

¿Hay aspectos que no puedes controlar sin importar cuánto te prepares? Absolutamente sí.

No deberíamos sentir vergüenza ni frustración. Todas nosotras queremos vivir nuestro parto de forma positiva, acompañadas de profesionales competentes y muy humanos, que nos contemplen mientras damos a luz a nuestra manera pero que nos apoyen y nos ayuden a consolidar el nacimiento de nuestros hijos por el camino más fisiológico (posible).

Ni pretendamos parir solas ni hagamos de nuestro parto un acto totalmente pasivo.

Puede que resulte ser un parto diferente al que idealizaste pero seguro acabará siendo uno de los días más felices de tu vida! Así que, ¿Hay que sentirse fracasada si decides colocarte la epidural? No. ¿Hay que sentirse fracasada si tu parto acaba en cesárea? No.

Conclusión, vamos a apoyar a todas las mujeres, da igual cómo fueron sus partos: medicados, no medicados, quirúrgicos, vaginales, en casa, en la maternidad…sea lo que sea.

El nacimiento no deberá ser nunca una competición y a veces las palabras pueden ser un arma muy poderosa!