El embarazo…momento de “buena esperanza”… Que te lo digan a ti que no puedes ni andar porque el dolor de espalda te mata, o el mal rato que pasas cuando te despiertas a media noche y quieres darte la vuelta en la cama, o a ti, que levantarte de una silla te supone respirar hondo tres o cuatro veces hasta que te decides a hacerlo… eso si es esperanza! Esperanza de que el dolor desaparezca en cualquier momento sin ser el día después de dar a luz!
Si estás embarazada y sufres estos síntomas y cada vez que te quejas a tu médico o matrona te sueltan: “bueno, eso se te pasa después de que nazca el bebé!… te voy a contar lo que puedes hacer para acabar con esa pesadilla! No estás sola. Son muchas las mujeres embarazadas que experimentan algún dolor agudo en la zona de la pelvis, cintura pélvica, lumbares… durante el embarazo. Pero también son muchas las que lo viven en silencio, ya sea porque creen que es algo normal o porque algún profesional de salud se ha referido a ese dolor como algo pasajero sin darle mucha importancia. Pero ahí estás tú, saliendo de la consulta hecha una geisha dando pasitos cortos porque el dolor no te permite ni andar…
La zona del sacro y la sínfisis púbica son las que más se modifican durante el embarazo permitiendo la ampliación de la pelvis para facilitar la salida del bebé en el momento del parto. Esta modificación tan fisiológica y necesaria puede afectar, no sólo a la pelvis, sino también a la zona lumbar, cervical o inclusive rodillas y tobillos. Puede ser un infierno para algunas mujeres, principalmente en los últimos meses del embarazo.
La cintura pélvica no se trata de una pieza única sino que está formada por varias estructuras que se articulan entre sí. Durante las modificaciones que se dan hasta el día del parto puede ocurrir algún desequilibrio provocando incomodidad al acostarse o girar en la cama, sentarse o incluso puede impedir el andar normalmente.
Si eres una futura mamá o conoces a alguien que siente algún síntoma de incomodidad o incapacidad para realizar algunas actividades te recomiendo consultar a un fisioterapeuta especializado antes de que la situación empeore. El tratamiento de la disfunción pélvica consiste en la alineación de las articulaciones mediante terapia manual y ejercicios de estabilización, estiramientos y fortalecimiento de la musculatura que rodea estas articulaciones. El fisioterapeuta, principalmente el especialista en embarazo y post parto, es el profesional sanitario más indicado para atender este tipo de situaciones. Existen muy pocas contraindicaciones para poder tratar a la mujer embarazada ante estas quejas y es importante que lo trates lo antes posible para evitar que empeore.
Ten un fisioterapeuta en tu vida y, sobretodo, en tu embarazo! Lo agradecerás!
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